Néblon-le-Pierreux
Los últimos días del año siempre son sinónimo de familia. Unos días para pasar las Navidades en tierras belgas y un escenario que nos sorprende por la belleza de sus bosques. Nos vamos a pasar unos días a la bonita localidad de Néblon-le-Pierreux, en el corazón de Les Ardennes. La primera ruta será el cómodo paseo circular alrededor del Río Néblon, coincidiendo con la visita de nuestros primos David y Jakub.
Inicio
Comenzamos el trazado en Néblon-le-Pierreux, pequeña localidad belga, justo en las inmediaciones de la casa donde nos encontramos alojados.
Descripción
Iniciamos la marcha hacia la derecha, cruzando un puente sobre el Río Néblon y siguiendo un desvío hacia la izquierda para caminar a lo largo de una cómoda senda, paralela al citado río. La pista se encuentra muy embarrada, fruto de las últimas lluvias caídas. Cuesta un poco dar los primeros pasos, pero vamos avanzando sin problemas.
La primera parte de la ruta avanzará por terreno abierto, siempre sin complicaciones ni desniveles. El Río Néblon lo tendremos siempre a nuestra izquierda. Bonitas vistas de Néblon-le-Pierreux!
Poco a poco, nos vamos adentrando en una bonita avellaneda. La humedad es considerable y el día amenza lluvia, pero seguimos, siempre entre divertidas anécdotas!
La avellaneda da lugar a un precioso hayedo. Los árboles forman líneas espectaculares y es una pena que estemos en pleno invierno. Aún así, el musgo y la belleza del lugar nos hace disfrutar mucho de la ruta!
Nos vamos acercando al río, y una curva en la senda nos alerta de que estamos ante una de las partes más bonitas del recorrido, sin lugar a dudas. La senda es preciosa y nos encontramos en pleno bosque!
Unos metros más y llegamos a las inmediaciones de un puente metálico, donde encontramos un cartel que prohibe el paso por encontrarse instransitable. El puente metálico parece estar algo derrumbado, sobre todo por la orilla por la que llegamos, pero parece estable. David es el primero y quiere probar a cruzarlo! Tantea los primeros pasos y logra cruzarlo sin demasiados problemas. La inclinación hace que debamos agarrarnos a la parte derecha del puente, puesto que resbala, pero los cuatro cruzamos perfectamente al otro lado del río. Seguimos!
Ya por el otro margen, muy cerca de la carretera, continuamos la ruta contemplando el bonito curso del río, que nos regala algún salto de agua.
Pronto llegamos a la altura de un desvío que nos permite llegar a la carretera. Giramos a la derecha, visitamos un pequeño cartel informativo y cruzamos un gran puente sobre el Río Néblon, este en buen estado. Tras el puente, a la izquierda iremos hacia Hamoir, pero alargaría la ruta y estamos de paseo. Giramos hacia la derecha y tomamos un estrecho sendero. Según el GPS, parece que traza una circular de unos 6 kilómetros, distancia ideal!
El sendero nos adentra nuevamente en el hayedo. Poco a poco, la ruta se va volviendo más exigente, debiendo remontar los pocos metros de desnivel en este pequeño tramo. La belleza del lugar maquilla el esfuerzo! Es un sendero mágico! Comienza a llover ligeramente.
Tras alguna curva y una parte algo más tendida, llegamos a la parte alta de la colina, donde debemos volver a desviarnos hacia la derecha, tomando una cómoda pista forestal. Parece que viene de Hamoir, pueblo cercano.
La pista no ofrece mayores problemas y avanza en muy ligero ascenso, rumbo a la parte más alta de la ruta. Hacia la derecha, grandes campos y praderas, y hacia la izquierda, más hayas! La lluvia es algo más intensa!
Nos encontramos en el punto de mayor altitud de la ruta, lugar donde la pista se convierte en terreno asfaltado. Parece que se acabaron los problemas. Es una pista y no hay tráfico, pero los agricultores y ganaderos tienen la suerte de llegar a sus fincas sobre terreno asfaltado. Las vistas hacia cualquier lado son muy bonitas, pudiendo disfrutar de todos los bosques que nos rodean. Lástima que siga lloviendo, puesto que no llevamos ropa muy adecuada, y la humedad va calando.
Incrementamos el ritmo, pero seguimos disfrutando del paseo. Empezamos a perder altura, siempre sin desviarnos, hasta meternos de nuevo en zona boscosa. Ya estamos más cerca!
Finalizado este tramo, llegamos a la altura de la carretera, donde encontramos un pequeño cartel informativo. Aquí debemos desviarnos hacia la derecha, con el fin de bajar por la carretera hasta Néblon-le-Pierreux.
Tras desviarnos, sólo queda completar el último tramo de la ruta, siempre a lo largo de la carretera y disfrutando del precioso bosque que nos acompaña. Vamos obteniendo unas bonitas vistas de Néblon-le-Pierreux!
Finalmente, tras unos 6 kilómetros de ruta, dejamos atrás el primer desvío y el puente que cruzamos al iniciar la marcha, y llegamos a Néblon-le-Pierreux, donde damos por finalizada la ruta.
Conclusión
Bonito paseo para conocer la rivera del Río Néblon y los preciosos bosques que acompañan su curso. Unos senderos preciosos y una zona ideal para conocer en familiar, dar un paseo y disfrutar del entorno y la naturaleza. Mucho más bonita en primavera y en otoño, pero igualmente espectacular!
Datos técnicos
Actividad: Senderismo
Fecha: Domingo, 22 de Diciembre de 2019
Duración: 52 min
Dificultad: Fácil
Distancia: 5,39 km
Recorrido: Circular
Desnivel acumulado: 137 m
Altura mínima: 108 m
Altura máxima: 214 m
Participantes: Rubén, Sabri, David y Jakub
Método de Información de Excursiones (MIDE):
R&S Wanderlust
Espíritu viajero!
0 comentarios