Borleña – Churrón de Borleña – Churrón del Castillo
La primera parte de la ruta nos guiará a lo largo del bonito pueblo de Borleña, y siempre al margen del Arroyo de la Llana. Cruzamos un primer puente, precioso, y una fuente, donde podemos llenar nuestras botellas de agua. Seguimos viendo carteles indicativos de la dirección que debemos seguir.
Tras concluir el pueblo, sin pérdida, nos dirigimos por una pista forestal que se dirige hacia el oeste. Esta pista continua paralela al arroyo y no tiene ninguna dificultad, por lo que vamos ganando terreno de manera rápida. Por el camino encontramos un par de puentes y un pequeño desvío, en el que continuamos por la pista que transcurre cerca del arroyo.
Al poco tiempo, llegamos a un puente de madera, donde podemos ver escrito la indicación hacia los churrones (cascadas). Cruzamos el puente y llegamos al avellanar, un bosque de avellanos con formas singulares y donde la ruta comienza a ser espectacular. Cruzamos un par de puentes más y la ruta empieza a ganar cierto encanto. La humedad, el sonido del agua que nos acompaña, los tonos existentes, fruto de la estación otoñal en la que nos encontramos y un sinfín de atractivos más… El paseo es muy agradable y no tiene pérdida. Cambia la pista forestal ancha por la que nos acercamos a esta zona por una senda algo menos definida, pero preciosa y con un rumbo bastante claro.
Pronto llegamos a orillas del Arroyo de la Llana, donde podemos elegir entre transitar a lo largo del arroyo, cuando hay poco caudal, o continuar por la senda por la parte más alta del arroyo. Decidimos avanzar por el arroyo y ver un pequeño hoyo, denominado Carbonera. Pronto nos juntamos con la cercana senda original.
Unos metros más y llegamos al desvío que nos conducirá hacia los churrones. Hacia la derecha, llegaremos al Churrón de Borleña, y hacia la izquierda, llegaremos al Churrón del Castillo. Primero, nos desviamos hacia la derecha, rumbo al Churrón de Borleña. El acceso es en ligero ascenso, evidente y fácil, incluso encontramos una pequeña valla de madera en la que podemos agarrarnos si existiese riesgo de resbalar. Por esta zona, encontramos un pequeño cartel con información del Churrón de Borleña. Una preciosa cascada, de unos 20 metros de altura, y en un entorno mágico!
Visitado el primer churrón, toca descender hacia el desvío, donde giraremos hacia el segundo churrón, el Churrón del Castillo. Su acceso es menos evidente, incluso hay que seguir el sonido del agua al caer. Está muy cerca y no nos lleva demasiado tiempo encontrarlo, tan sólo unos minutos. Sin embargo, su acceso es diferente… La subida es algo más empinada y existe un cierto riesgo de resbalar. Hay mucha humedad y las piedras nos pueden jugar una mala pasada. Aún así, con precaución y paciencia, se accede fácilmente. Visitamos el Churrón del Castillo, una cascada más pequeña que la primera que visitamos, varios saltos de agua y una zona realmente bella.
Tras visitar ambos churrones, sólo queda regresar hacia Borleña. Primero, cruzando el bonito avellanar, y luego a lo largo de la pista forestal que, sin pérdida, nos dejará nuevamente en Borleña, dando por finalizada la ruta.
Preciosa ruta y en un entorno mágico. Visita del Churrón de Borleña y del Churrón del Castillo, dos hermosas cascadas, y de un avellanar encantador. Paseo rápido y corto, ideal para hacer en familia. Muy recomendable!
Tipo: Senderismo
Fecha: 11 de Noviembre de 2016
Duración: 59 min.
Dificultad: Fácil
Distancia: 4,63 km.
Circular: Sí
Desnivel acumulado: 109 m.
Altura mínima: 106 m.
Altura máxima: 218 m.
Salsaludos, abrazos y besines!
0 comentarios