Néblon-le-Pierreux – Hamoir
Como ya hicimos el primer día de ruta por Les Ardennes, volvemos a completar el trazado circular desde Néblon-le-Pierreux, pero ahora llegando a la localidad de Hamoir. El sendero que se dirige hasta aquí desde Néblon-le-Pierreux tiene una pinta estupenda y no queremos irnos sin conocerlo. Y con la compañía del sobrino Thiago, un aventurero!
Inicio
La ruta parte de Néblon-le-Pierreux, como todas las que hemos realizado por la zona. En la misma casa rural en la que nos alojamos, comenzaremos el trazado circular para visitar Hamoir.
Descripción
Iniciamos la marcha cruzando el puente sobre el Río Néblon, muy cerca de la casa rural. Justo después del puente, un desvío hacia la izquierda nos guiará sin demasiada pérdida hasta Hamoir.
La primera parte de la ruta se encuentra muy embarrada. Thiago va disfrutando de los primeros pasos, siempre con buenas vistas del valle.
Pronto llegamos a una pequeña avellaneda, seguro que muy bonita en primavera y en otoño. Ahora, pues muy pelada y sin hojas!
Continuamos la ruta superando la avellaneda y adentrándonos en un precioso hayedo. El bosque es espectacular y nos permite acercarnos al Río Néblon, cada vez más cerca. Siempre lo tendremos a nuestra izquierda.
Vamos disfrutando muchísimo del hayedo, mientras compartimos curiosidades y entretenidas charlas. La orientación del musgo, los distintos ejemplares de árboles que vemos y un sendero precioso ocupa todo este tramo por el hayedo.
Pronto llegamos al puente metálico, que ya conocemos de una de las rutas anteriores. Con cuidado y agarrados, vamos cruzando el puente, siempre con precaución para no resbalar!
Ya en el otro lado del río, continuamos por un bonito sendero herboso, donde podemos contemplar algún bonito salto de agua. Seguimos a buen ritmo!
Pronto llegamos al desvío que se dirige hacia la carretera y hacia el sendero hacia Hamoir. Visitamos un cartel informativo y cruzamos otro puente más, este en perfectas condiciones. De nuevo al otro lado, a diferencia de la elección de la primera ruta que hicimos por aquí, giramos hacia la izquierda, rumbo a Hamoir!
El desvío nos deja en un sendero espectacular, siempre a orillas del Río Néblon. El sendero se dirige sin grandes dificultades ni desniveles hacia Hamoir. Por el camino, alguna pequeña cascada y un puente muy fotogénico, precioso!
La zona es sombría, pero no hace mucho frío, así que vamos completando kilómetros perfectamente. Pronto llegamos al desvío por el que comenzaremos el tramo circular de la ruta. Pero antes, nos vamos a visitar Hamoir.
Continuamos por el sendero paralelo al río y, en pocos minutos, llegamos a las inmediaciones de Hamoir, donde encontramos un molino en ruinas y el puente que nos permite volver a cruzar el río para llegar a la citada localidad.
Unos metros más y llegamos a Hamoir, donde recorremos sus calles, visitamos un cartel informativo y nos comemos una crêpe que nos supo a gloria! Comienza a hacer algo de frío, así que no conviene parar mucho. Seguimos!
Desandamos las calles recorridas a lo largo de Hamoir y volvemos a caminar por el sendero por el que llegamos hasta aquí. Volvemos a superar el puente y el molino en ruinas.
Un poco más y llegamos a la intersección en la que podemos elegir si regresar por el mismo sendero de ida o realizar la ruta circular. Unos minutos de charla y elegimos hacer la ruta circular. Así veremos más cosas y no volveremos por el mismo camino de ida, ya conocido. Esta elección añade desnivel y distancia al trazado, pero merece mucho la pena!
Seguimos el desvío y comenzamos a ganar altura. El sendero es precioso, sombrío y muy cómodo de caminar, a pesar de avanzar en ascenso. Se trata de una subida muy tendida y agradable, así que la disfrutamos todo lo que podemos!
Finalizada la ascensión, llegamos a la parte alta, donde nos desviamos hacia la derecha para continuar por una pista forestal mucho más ancha y más embarrada. Esta pista también viene de Hamoir y cruza una bonita zona de hayas.
Poco a poco vamos saliendo del hayedo, dando paso a una zona mucho más abierta. Buenas vistas de Hermanne desde el punto más alto de la ruta y una senda que da paso a terreno asfaltado, ya conocido por nuestra primera ruta aquí.
Seguimos disfrutando del regreso. Hace frío, así que no nos detenemos demasiado. Buena panorámica desde la parte más alta, divisando la gran cantidad de bosques que existen en este lugar.
Tras dejar atrás el punto de mayor altitud, continuamos en liger ascenso, siempre por terreno asfaltado, hasta llegar a la altura de la carretera. Un tramo sin complicaciones y que superamos en muy poco tiempo.
Pronto llegamos a la carretera, donde encontramos un pequeño cartel informativo sobre las posibles rutas a realizar por la zona, todas ciclables. En la carretera, sólo tendremos que desviarnos hacia la derecha para perder altura hacia Néblon-le-Pierreux.
La última parte, siempre entre árboles, nos permitirá perder los últimos metros ganados en el hayedo. Según vamos descendiendo, vamos obteniendo unas vistas muy bonitas de Néblon-le-Pierreux.
Finalizado el descenso por la carretera, llegamos a la altura del primer desvío, donde también debemos cruzar el puente sobre el Río Néblon, ya muy cerca de nuestra casa rural.
En pocos pasos más, llegamos a nuestro alojamiento en Néblon-le-Pierreux, donde daremos por finalizada la jornada.
Conclusión
Una de las joyas de Néblon-le-Pierreux. Senderos con encanto y bosques de ensueño para disfrutar de la naturaleza que nos brinda Les Ardennes. Un trazado sencillo, muy completo e ideal para disfrutar en familia. Perfecta compañía la de Thiago! Muy recomendable!
Datos técnicos
Actividad: Senderismo
Fecha: Jueves, 26 de Diciembre de 2019
Duración: 2 h 13 min
Dificultad: Fácil
Distancia: 7,73 km
Recorrido: Circular
Desnivel acumulado: 163 m
Altura mínima: 131 m
Altura máxima: 243 m
Participantes: Rubén y Thiago
Método de Información de Excursiones (MIDE):
R&S Wanderlust
Espíritu viajero!
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