Revilla – Garganta de Escuaín – Miradores de Revilla – Mirador de Angonés
Continuamos siguiendo las indicaciones a lo largo de un sendero estrecho y muy bonito, siempre con vistas hacia el barranco que forma el Río Yaga. Al otro lado podemos visualizar el pueblo de Escuaín, sobre una bonita mole rocosa. A los pocos metros, cruzamos un puente sobre el Barranco Consusa.
Seguimos avanzando rumbo hacia los miradores de Revilla y vamos tomando rumbo norte hacia la Ermita de San Lorenzo, una ermita rupestre y en ruinas, donde sólo un cartel informativo nos puede dar alguna idea de cómo era…
Visitada la zona donde se encuentra la ermita, continuamos unos metros más allá, encontrando el primer mirador, un espectacular balcón hacia la Garganta de Escuaín. Parece que el tiempo se para… Un montón de fotos y seguimos nuestra ruta.
Continuamos por la bonita senda estrecha, disfrutando de las vistas que nos ofrece, y llegamos al desvío que nos indicará el rumbo a seguir para llegar al Mirador de Angonés. Tomamos el desvío hacia la izquierda y atravesamos un bonito bosque, donde encontramos una especie de cabaña, hecha de troncos y de forma piramidal. Sin duda, un lugar singular.
A los pocos minutos, llegamos al Mirador de Angonés, donde las vistas hacia la Garganta de Escuaín vuelven a ser increíbles. Un sinfín de fotos, el avistamiento de aves rapaces a lo largo de la garganta y la visita de un segundo mirador, cercano a éste. Ambos miradores ofrecen vistas similares, pero merecen la pena ser visitados los dos. Un placer para el sentido de la vista!
Desandamos hasta el desvío hacia los miradores y tenemos dos opciones para continuar. La primera de ellas sería volver por nuestros pasos hasta el aparcamiento cercano a Revilla. La segunda opción volvería hasta Revilla de manera circular y conectando por la pista que llega desde el Puente de los Mallos, al final de la garganta. Elegimos esta segunda opción, para no volver por el mismo sitio.
La primera parte del regreso iba a ser la parte más complicada de la ruta, con un fuerte y pindio ascenso hasta la parte más alta de la zona. Una subida de unos 150 metros de desnivel en pocos metros y a lo largo de un rocoso y estrecho sendero. Extremando las precauciones de no resbalar, no hay problema.
Llegamos a la parte más alta de la ruta y las vistas nos vuelven a sorprender. El sendero se pierde por momentos, pues atravesamos zonas de grandes rocas, pero montones de piedras a modo de hitos nos van indicando correctamente el camino a seguir.
Pronto llegamos al desvío en el que cogeremos la senda que viene desde el Puente de los Mallos y que se dirige directamente a Revilla, siempre en ligero descenso. A lo largo de esta bonita y pedregosa pista cruzamos un puente sobre el Barranco Escalera.
Completado el descenso, y tras un giro de unos 180 grados, llegamos al pueblo de Revilla, que visitamos. Se trata de un pueblo bastante abandonado, sin mucha vida, pero peculiar y lleno de casas restauradas con gusto. Merece la pena visitarlo.
Finalmente, y tras superar el pueblo, bajamos por la carretera hasta el aparcamiento donde dejamos el coche, ya muy cercano, dando la ruta por finalizada.
Ruta perfecta para conocer la Garganta de Escuaín desde su zona más alta. Senda preciosa y sin pérdida. Miradores espectaculares y vistas de ensueño! Ruta corta y perfecta para hacerla en familia!
Tipo: Senderismo
Fecha: 11 de Abril de 2017
Duración: 1 h. 44 min.
Dificultad: Fácil
Distancia: 4,47 km.
Circular: Sí
Desnivel acumulado: 186 m.
Altura mínima: 1.191 m.
Altura máxima: 1.354 m.
Salsaludos, abrazos y besines!
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