Geras de Gordón – Senda del Celorio – Paradilla de Gordón
Aprovechando la ventana de sol del duro invierno que estamos teniendo, llegó el momento de disfrutar de los buenos amigos y las rutas en familia. Una ocasión excepcional para conocer la ruta turística y literaria basada en el relato «Celorio el de Geras», de José María Menéndez López. Nos vamos a conocer la Senda del Celorio!
Inicio
El comienzo de la ruta está fijado en un pequeño aparcamiento que se encuentra a mano derecha, a lo largo de la carretera LE-473 y antes de llegar a Geras de Gordón.
Descripción
En el propio aparcamiento, encontramos el panel informativo de la ruta que realizaremos, indicada como Senda del Celorio y perfectamente señalizada. Dudamos un buen rato si arrancar o no, debido a las gotas de lluvia que se escapaban. Finalmente, y tratándose de una ruta corta con un pueblo a mitad de camino, nos preparamos y comenzamos la caminata, siempre a lo largo de una pista forestal sin pérdida ni dificultad. A los pocos metros, seguimos un desvío hacia la derecha para ir ascendiendo ligeramente a lo largo del Arroyo Valdegrillos.
Rápidamente empezamos a encontrar las primeras obras literarias, las cuales te van introduciendo en el curioso relato. Por el camino, siempre en ligero ascenso, vamos ganando bonitas vistas del valle y las montañas que lo rodean. Grandes y verdes praderas y mucho barro, fruto del reciente deshielo.
Seguimos avanzando a lo largo de la pista y llegamos a la parte más alta del recorrido, donde las vistas que obtenemos hacia todos los lados son preciosas!
Unos pasos más allá y llegamos a la famosa escultura de la mano saliendo de la tierra, principal atractivo de la ruta. Una mano realizada en mármol negro, de una tonelada y media, y que representa el objetivo de alcanzar las estrellas que coronan el cielo de Paradilla de Gordón, pueblo ya a la vista.
Tras visitar la bonita escultura, obra de Amancio González, continuamos hacia Paradilla de Gordón, nuestro siguiente objetivo. A lo largo de la pista, seguimos encontrando obras literarias. La senda se encuentra completamente embarrada, por lo que prestamos atención para no resbalar o meter la pata más allá de la cuenta.
Finalizado este primer tramo de senda cómoda, llegamos a la carretera, y de ahí, en pocos minutos, a Paradilla de Gordón.
Ya en el pueblo, nos aupamos a la zona alta del mismo, con el fin de llegar a la ermita, donde encontramos un pequeño área de descanso, lugar perfecto para descansar y comer con unas vistas privilegiadas. Son visibles el Pico Bustillo, la Peña del Altico, el Pico Amargones y el Pico Feliciano, entre otros.
Momento para comer y disfrutar de las fotos que estamos haciendo. Dafne pletórica, posando y ofreciendo poses para el recuerdo!
El cielo amenaza lluvia y tenemos que suspender la bonita sobremesa. Momento para regresar! Esperamos no mojarnos!
El camino de vuelta lo realizaremos, en primer lugar, por la carretera que desciende hasta la carretera LE-473. Siguiendo un par de desvíos, vamos atajando distancia, con el fin de realizar el descenso lo más directamente posible.
Tras varios minutos de descenso, sin demasiados problemas, llegamos a la altura de la carretera por la que accedimos al aparcamiento. Aquí, tan sólo debemos cruzarla y continuar por un puente sobre el Río Casares.
Ahora estamos en el otro margen del río, debiendo continuar por la senda y siempre paralelos a dicho río. Para ello, seguimos un desvío hacia la derecha!
El lugar es precioso y pronto llegamos a un nuevo desvío, por donde nos adentraremos en un bonito avellanar. Transitaremos a lo largo de un cómodo sendero. Los avellanos son preciosos, a pesar de encontrarnos con la primavera recién llegada.
Seguimos combinando grandes praderas con estrechos senderos, siempre muy cerca del Río Casares.
Ya próximos al final de ruta, llegamos a la altura del Arroyo de Meleros, donde encontramos el primer y único contratiempo. El Arroyo de Meleros baja crecidísimo y es necesario utilizar todo tipo de armas para cruzar. Lo intentamos arrojando alguna gran piedra, pero no era muy seguro. Finalmente, tras encontrar un pequeño salto que nos permitía llegar a la otra orilla, allá vamos! Vamos cruzando, uno a uno, para dar con la pista que se dirige hacia el Hayedo de la Boyariza (hayedo precioso…).
Superado el Arroyo de Meleros, nos desviamos a la derecha para llegar, nuevamente, a la altura de la carretera. Y en la carretera, después de cruzar el Puente Arnizas, hacia la izquierda, por donde llegaremos cómodamente al aparcamiento. Fin de la ruta!
Conclusión
Ruta fácil, sin dificultades técnicas, corta e ideal para hacer en familia. Perfecta para realizarla circular y comer a medio camino en Paradilla de Gordón, donde se disfruta de unas vistas excepcionales!
Datos técnicos
Actividad: Senderismo
Fecha: Domingo, 8 de Abril de 2018
Duración: 3 h 10 min
Dificultad: Fácil
Distancia: 6,03 km
Recorrido: Circular
Desnivel acumulado: 203 m
Altura mínima: 1.091 m
Altura máxima: 1.248 m
Participantes: Rubén, Sabri, Dafne, Rober y Andrea
Método de Información de Excursiones (MIDE):
R&S Wanderlust
Espíritu viajero!
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