Villanueva de Omaña – Acebal de Acebos
Parece que el sol no quiere irse en este año 2022, y mientras llega el esperado invierno, seguimos disfrutando de días muy soleados y perfectos para disfrutar de la montaña. En esta ocasión, volvemos a la espectacular comarca de Omaña para conocer una de las joyas biológicas de la provincia de León, el Acebal de Acebos. Un bosque precioso y que bien merece una visita! Nos vamos a disfrutar de la Naturaleza a Omaña!
Inicio
La ruta se inicia desde Villanueva de Omaña, pueblo situado muy cerca de Murias de Paredes, principal localidad de la zona. Abandonamos la carretera principal y nos adentramos en el pueblo. Debemos cruzar el Río Omaña y continuar hasta el final de Villanueva de Omaña, lugar en el que existe un pequeño aparcamiento ideal para dejar el coche.
Descripción
En el mismo lugar en el que aparcamos, disponemos de una fuente en la que podemos rellenar nuestras cantimploras. La encontramos sin agua, posiblemente para evitar heladas. También vemos el cartel informativo sobre la ruta que nos llevará hasta el Acebal de Acebos.
Breve y simpática conversación con dos lugareñas y comenzamos a caminar! El rumbo es claro en todo momento, debiendo avanzar a lo largo del valle, siempre con rumbo oeste. Seguimos un primer desvío.
La ruta es muy sencilla y apenas tiene desnivel. El camino está bastante embarrado, sinónimo de que nos estamos acercando a zona ganadera! Una vaca nos lleva hasta su cuadra, momento en el que iniciamos el tramo circular de la ruta. Por la senda principal del valle completaremos el camino de ida, mientras que por el lado derecho de la cuadra regresaremos a la vuelta.
Seguimos a lo largo del valle y llegamos a la altura del Río Pequeño, donde nos desviamos para cruzar un puente y continuar la ruta, ahora por el otro lado del valle. La senda es muy clara en todo momento!
Continuamos el recorrido con mayor exigencia, ganando altura por momentos. Una mirada atrás nos permite disfrutar de la panorámica que tenemos hacia la Sierra de Villabandín, al otro lado del valle que forma el Río Omaña. Pronto empezamos a ver los primeros acebos, así que nos encontramos dentro del precioso Bosque de Nareo, un bosque mixto cantábrico en el que abundan acebos, robles y abedules. Estamos en invierno, así que el acebo será el gran triunfador de la jornada!
Saliendo del Bosque de Nareo, el paisaje se abre, disfrutando de los Prados de Linares, lugar en el que abunda la preciosa flor de lino! Cómo tiene que ser la primavera por aquí!
Seguimos por la evidente senda y cruzamos un primer arroyo y el Río Pequeño, río que da vida al valle por el que hemos llegado hasta aquí. Incluso empezamos a encontrar los arroyos con agua, a pesar de las escasas lluvias que estamos teniendo este año!
Por el otro lado del valle, el camino empieza a cambiar considerablemente. La cómoda y ancha pista da paso a un espectacular sendero entre robles. Seguimos ganando altura rumbo a La Campa, lugar en el que se ubica el principal atractivo del día, el Acebal de Acebos. Dafne empieza a disfrutar de la ruta, que por aquí gana en belleza!
Llegamos a La Campa, momento en el que la senda gira hacia la izquierda. Nos adentramos en el espectacular Acebal de Acebos! Qué bosque más bonito! Disfrutamos de acebos, robles y abedules mientras vamos perdiendo algo de altura. Merece la pena pararse y disfrutar de la zona!
La ruta oficial llega hasta aquí, pero nos apetece aventurarnos y completar el recorrido de forma circular! Finalizado el Acebal de Acebos, cambiamos de valle y volvemos a ganar algo de altura. Aparece la nieve, que por momentos se encuentra completamente helada, sobre todo en zona sombrías. Prestamos atención para pisar con seguridad y cruzamos el arroyo que da vida al valle para continuar por el otro lado.
Hasta aquí no tenemos ningún problema, pero siempre es importante añadir un plus de aventura, y más aún con niños, que seguro que se aburren menos! La senda desaparece y llegamos a una zona con mucha más vegetación y árboles. Debemos buscar el mejor paso y llegar a la pradera que vemos en la ladera. Sin ser nada complicado, esta es la única parte que nos exigirá un poco más de atención!
En pocos minutos y con la paciencia necesaria, vamos sorteando la vegetación y los numerosos robles que encontramos, llegando a la mencionada pradera! Tiempo para comer, que las vistas son preciosas y ya tenemos hambre!
Tras la parada para reponer fuerzas, buscamos la senda que debemos tomar para continuar a lo largo del valle, situada muy cerca de las escobas. Si el Acebal de Acebos nos ha sorprendido mucho, la senda por la que iremos completando el camino de vuelta no se queda atrás! Qué preciosidad de camino! Pisar sobre la hojarasca, sortear robles y disfrutar de un sendero espectacular, alicientes de un recorrido que nos está encantando!
Incluso seguimos disfrutando de varios acebos! No sólo el roble es protagonista en esta parte! Dafne es la primera, que se lo está pasando pipa!
El precioso sendero nos lleva hasta uno de los rincones más bonitos de la ruta! Un arroyo y dos cascadas preciosas nos invitan a parar y contemplar tal espectáculo! Hay que cruzar al otro lado y, curiosamente, el caudal es importante, así que buscamos alguna piedra grande para facilitar el paso hacia la otra orilla!
El trazado sigue sin pérdida, aunque pronto llegamos a una zona con algo más de vegetación. Parece que el sendero se bifurca, aunque debemos continuar por la parte de la derecha, descendiendo de manera más directa hacia la senda que recorre el valle. Precaución para no resbalar, que el terreno se inclina!
Tras completar el vertiginoso descenso, llegamos a la citada senda. Nos desviamos para continuar perdiendo altura a lo largo del valle, ya por camino cómodo y sin complicaciones. Debemos cruzar un pequeño arroyo, seguramente fruto de la época en la que nos encontramos.
Finalizado el valle, conectamos con el valle que recorrimos a la ida. Por el otro margen del Río Pequeño, vamos descendiendo hasta llegar a la cuadra, punto en el que iniciamos el tramo circular de la ruta. Momentos muy divertidos para sortear una ingente cantidad de caca de vaca!
Nos encontramos en la senda principal del valle que forma el Río Pequeño, así que sólo nos queda completar dicho valle, siempre en suave descenso y poniendo el rumbo en Villanueva de Omaña. Nos queda un kilómetro!
Finalizada la senda a lo largo del valle, llegamos a Villanueva de Omaña, pueblo en el que iniciamos la ruta y donde daremos por concluida la jornada.
Conclusión
Omaña nunca defrauda! En esta ocasión, pudimos disfrutar de uno de los bosques más bonitos e importantes de la comarca, el Acebal de Acebos, de grandes masas boscosas de roble y abedul y de unas vistas preciosas. A pesar de ser una ruta oficial de ida y vuelta hasya el Acebal de Acebos, la opción circular es muy recomendable, pues el sendero de vuelta es espectacular! Un recorrido familiar ideal, de menos de 10 kilómetros y con un desnivel muy asequible. Para disfrutar de los acebos, el mes de diciembre será el mejor. Para el resto, la primavera y el otoño son las estaciones perfectas! Un trazado único para disfrutar de la naturaleza! Muy recomendable!
Datos técnicos
Actividad: Senderismo
Fecha: Domingo, 20 de Febrero de 2022
Duración: 4 h 33 min
Dificultad: Fácil
Distancia: 8,53 km
Recorrido: Circular
Desnivel acumulado: 321 m
Altura mínima: 1.189 m
Altura máxima: 1.473 m
Participantes: Rubén, Sabri, Dafne, Paco y Adela
Método de Información de Excursiones (MIDE):
R&S Wanderlust
Espíritu viajero!
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