Valverde de Curueño – Pico Bodón (1.957 m.)
Espectacular ruta la que realizamos desde el pueblo de Valverde de Curueño, con la subida a la cima del Pico Bodón (1.957 m.), una de las cumbres míticas de la provincia de León y con unas vistas privilegiadas.Tras cruzar las Hoces de Valdeteja, giramos a la izquierda hacia el pueblo que recibe el mismo nombre. Un poco más allá y pronto llegamos a Valverde de Curueño, un pequeño pueblo enclavado en un entorno natural hermoso. En dicho pueblo aparcamos el coche, con el firme objetivo de ascender el Pico Bodón, visible desde toda la zona.
Iniciamos nuestra ruta por una pequeña senda, hacia el norte, y que pronto iba a desaparecer, dejando paso a las grandes praderas y zonas de baja vegetación. Esta primera parte nos guiará hacia el norte hasta el Collado de Valverde, visible desde el pueblo. Este collado separa las cimas del Pico Bodón, al este, y del Cueto Cabañas, al oeste.
La ruta nos lleva siempre en ascenso, al principio sin mayores problemas y sin demasiado desnivel. Aunque la ruta no esté señalizada, llegar al collado es fácil. Nunca lo perderemos de vista y el rumbo siempre debe ser hacia el norte. Según nos íbamos acercando al collado, más pindia se iba poniendo la ruta y con mayor vegetación, teniendo que elegir en cada momento la mejor vía de ascenso para evitar los molestos arbustos. Cabe destacar una zona de piedras y rocas calizas con las que nos encontramos, muy empinadas y con gran parecido al Pico Urriellu (Naranjo de Bulnes). Después de un buen rato ganando altura, llegamos al Collado Valverde. Sin lugar a dudas, una puerta hacia el norte y hacia el precioso Valle de Lugueros. Desde este punto, las vistas comienzan a ser impresionantes, con las cimas más cercanas ya visibles. No podemos visualizar la cima del Pico Bodón, pero sí el cordal que nos separa de la cumbre.
La siguiente parte de la ruta nos guiará por una senda bien definida, a través del cordal que nos guiará, poco a poco, hasta la cima del Pico Bodón. En dicha parte, continuamente vamos ganando y perdiendo altura, a la vez que vamos superando las zonas más rocosas y complejas de la cresta.
Hacia la mitad del cordal nos encontramos con la primera dificultad de la ruta. Un pequeño destrepe que nos provoca tomar precauciones y poner la máxima atención. El paso no es complicado, pero requiere tener cierta experiencia en avanzar por este tipo de terrenos, por lo que no es apto para todos los públicos…
Superado el pequeño destrepe, continuamos hacia el Pico Bodón, llegando a una zona mucho más abierta y desde la que ya podemos visualizar la cima de nuestro objetivo del día. En esta parte, hacia el sur, podemos ver la ancha canal por la que luego descenderemos.
Seguimos avanzando y disfrutando del hermoso cordal y las preciosas vistas que se nos abren a cada lado. Cada vez estamos más cerca de la cima, pero aún queda descender y ascender alguna zona… Existen tramos con fuertes desniveles y el cordal nos exige perder varios metros para luego volver a ganarlos. Continuamente vamos avanzando mientras acumulamos desnivel en nuestras piernas. Aún así, la belleza del paisaje y las ganas de coronar el Pico Bodón, nos hacen continuar hacia adelante.
Seguimos por una pequeña senda, siempre bien señalizada, y pronto llegamos hasta la zona de La Cuevona, lugar donde podemos optar por dos opciones para continuar. La primera nos llevará hasta lo alto de un pequeño muro de piedra, momento en el que nos encontramos la segunda complicación de la jornada, teniendo que volver a destrepar para llegar a las inmediaciones de La Cuevona. La segunda opción opta por descender unos 50 metros hacia el norte y rodear el muro de piedra por la empinada y ancha canal por la que se asciende desde el pueblo de Llamazares. De este modo, y aunque sea más exigente físicamente, nos ahorraremos hacer el destrepe. Nosotros hicimos el destrepe en la ida, mientras que el regreso lo realizamos rodeando el muro de piedra. Ambas opciones son válidas y se encuentran señalizadas. Sin embargo, el destrepe vuelve a llamar nuestra atención y es un punto en el que debemos estar atentos, pues podemos llevarnos un susto. Abstenerse gente que no esté acostumbrada a este tipo de terrenos.
Rápidamente llegamos a La Cuevona, gran cueva que visitamos, visible desde gran parte del Valle de Lugueros. Una vez aquí, la dificultad merma considerablemente. Estamos ante la última parte de la ruta, y hasta la cima no presenta ninguna dificultad técnica.
La subida final nos guiará en zig-zag por una canal sin pérdida y muy evidente. Superada la primera parte, vamos rodeando hacia la izquierda, rumbo hacia la cima. Esta parte es bastante empinada y salva un gran desnivel, pero no tiene ninguna dificultad y se realiza en poco tiempo, por lo que la cima estaba cerca.
Tras varios minutos de fuerte ascenso, llegamos a la cima del Pico Bodón (1.957 m.), a casi 2.000 metros de altura. Desde aquí, las vistas son preciosas, divisando gran parte de la Cordillera Cantábrica. Son visibles el Pico Fontún, el Pico Polvoreda, Peña Valdorria, el triangular Cueto Ancino, el Macizo del Mampodre, las principales cumbres cercanas al Puerto de Vegarada, el Pico Mahón, la Sierra de Riaño, la Montaña Palentina y un sinfín de montañas más a nuestro alrededor. Lástima que las nubes no nos dejasen ver un poquito más allá, y así poder presenciar los imponentes Picos de Europa. Disfrutamos debidamente de la cumbre que habíamos alcanzado, varias fotos y un poquito de avituallamiento. Un merecido descanso y rumbo hacia Valverde de Curueño!
El descenso lo realizamos por la misma vía de ascenso, llegando en pocos minutos a La Cuevona. En este punto, y como hemos mencionado anteriormente, podemos elegir entre trepar el muro de piedra o rodear a través de la canal que llega desde Llamazares. Esta vez, sin necesidad de tomar riesgos y por ofrecer otra alternativa a la ruta, decidimos rodear el muro. Descendemos un poquito, ascendemos nuevamente y llegamos a la ladera de origen, dando con la senda original.
Tan sólo queda desandar el cordal que habíamos recorrido en el camino de ida. Seguimos subiendo y bajando, acumulando desnivel y disfrutando de los bonitos pasos y vistas que nos ofrecía la montaña. Sin duda, un espectáculo visual digno de admirar.
Hacia la mitad del cordal que nos separa la cima del Pico Bodón del Collado Valverde, en una zona bastante abierta, decidimos descender por la canal que nos guiará hacia Valverde de Curueño, pueblo que ya no perderemos de vista. La canal no es complicada al principio pero si va descendiendo de manera alegre. La primera parte no presenta dificultades y apenas hay vegetación. Sin embargo, llegando al final de dicha canal, un canchal se empieza a abrir paso, dificultando nuestra marcha. En este punto, comenzamos a encontrar varios hitos, marcas que seguiremos para ir perdiendo altura.
Superado el canchal y la zona más pedregosa de la canal, llegamos a la base del Pico Bodón. Desde aquí, la ruta hacia el pueblo no tiene pérdida. Dejamos de encontrar hitos, pero el rumbo está claro. El fuerte desnivel suaviza y la llega al pueblo es cuestión de un rato.
Seguimos descendiendo, poco a poco, y pronto llegamos a la pequeña senda de inicio. A través de dicha senda, rápidamente llegamos al pueblo, punto de inicio de la jornada, en el que daremos por concluida nuestra ruta.
Espectacular y completa ruta. Un cordal hermoso que no te dejará indiferente. Preciosas vistas hacia ambos lados, valles de encanto, un gran número de montañas a nuestro alrededor y la subida al Pico Bodón (1.953 m.), uno de los clásicos de la provincia!
Tipo: Senderismo
Fecha: 1 de Octubre de 2016
Duración: 7 h. 45 min.
Dificultad: Difícil
Distancia: 7,38 km.
Circular: Sí
Desnivel acumulado: 857 m.
Altura mínima: 1.250 m.
Altura máxima: 1.957 m.
Salsaludos, abrazos y besines!
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