Los «problemas» del baile
A menudo, a todos los que nos gusta bailar, nos encontramos con diversos problemillas e inquietudes a la hora de disfrutar de la música y de la danza. Muchas veces no somos conscientes de lo que hacemos o de cómo nos comportamos, siendo el foco de atención de críticas, de tantos y tantos pisotones, manotazos, pequeños golpes, tirones, movimientos bruscos y palabras que no ayudan o que no son muy afortunadas.
1. Invadir el espacio del otro.
En el baile hay contacto. El abrazo de baile así lo requiere. Sin embargo el contacto en el abrazo es una cosa y abrazar a la chica hasta cortarle la respiración es otra.
La mujer nota enseguida de qué va el chico. Bastan unos pocos pasos para que ella sepa si lo que se pretende es bailar o si en realidad se está buscando otra cosa. Puede ser que la mujer esté dando permiso y se sienta cómoda, pero puede ser que el chico se equivoque.
Nosotros hablamos de baile, no de otras cosas, por lo que debemos aclarar que el hecho de que el hombre dirija el baile no es un cheque en blanco para que el hombre invada el espacio de la mujer. El baile requiere un espacio para cada uno. Invadir el espacio del otro es un error y si eres de los que se equivocan, lo pagarás entrando en la lista negra de esa y de otras chicas.
El baile es un disfrute para todos. Así pues, no puedes utilizar el baile como herramienta para aprovecharte de la mujer que está en tus brazos. Eso está mal visto tanto por mujeres como por hombres.
2. La línea de baile.
En la pista de baile no hay un sistema visible con semáforos ni señales de ceda el paso como en las carreteras pero sí hay unas normas, unas reglas que todos debemos conocer y respetar. Estas conductas las marcan la «línea de baile» y el respeto a los demás.
En todo momento debes tener en cuenta que la pista es de todos y para todos, es para compartirla amablemente. Algo fundamental que debes saber es que siempre tienen preferencia las personas que ya están dentro de la pista bailando. No se puede irrumpir en ella molestando o impidiendo el paso a quienes ya están bailando en ella.
He preguntado a muchas personas en las salas de baile si saben qué es línea de baile y es sorprendente. Mucha gente no tiene ni idea de lo que es. Lógicamente si no saben qué es, difícilmente podrán respetar este protocolo que está reconocido internacionalmente. Lamentablemente hay profesores que no explican esto a sus alumnos desde la fase de iniciación y los mandan a las salas de baile sin la preparación mínima necesaria para salir airosos de su experiencia.
Pero, qué es la línea de baile? Es una línea imaginaria que está en la parte exterior de la pista. Es por donde circulan las parejas en los bailes que precisan evolución sobre la pista, como el pasodoble, el tango, el fox, el swing o el vals. La progresión se hace en sentido contrario a las agujas del reloj. La parte exterior de la pista es para las parejas que evolucionan con más velocidad, la parte intermedia para quienes van algo menos veloces y la parte interior o central para quienes circulan lentamente o todavía no saben evolucionar. Las parejas deben respetar este protocolo y no deben taponar la pista. Si ves que una pareja viene más rápidamente, pásate a la parte intermedia de la pista y deja libre los exteriores para que pasen los demás.
En los bailes que no tienen progresión por la pista, por ejemplo el cha-cha-chá, el merengue, la salsa, o la bachata, no es necesario mantener este protocolo.
Así pues, es importante que le pidas a tu profesor que te enseñe a bailar siguiendo la línea de baile. Si no aprendes a respetar esta regla, pasarás a las listas negras porque no dejarás disfrutar del baile a los demás.
3. No seas pesado.
Los pesados, chicos o chicas, son personas que tienen distintos comportamientos. Una forma de actuar es la del león tras la gacela coja, persiguiendo a su víctima por la sala de baile sin quitarle ojo y abordándola en cuanto pueden.
Otra estrategia es la de mantener largas conversaciones que impiden que esa pareja pueda bailar con otras personas libremente. Una tercera forma de comportamiento pesado es la que trata de dirigir con la voz mientras se baila e lugar de hacerlo con el abrazo. Todos estos comportamientos hay que evitarlos en las salas de baile porque son propios de sujetos que agobian a los demás y que cuando finalmente reciben un «no», no saben aceptarlo y se comportan con grosería o estúpidamente.
Los pesados y las pesadas son personas quejosas e impertinentes. Ellas solas se meten en las listas negras. El problema está en ellas mismas porque se quejan hasta del Universo. Te consideras una de ellas? Generalmente no hay solución para ellas mientras no cambien su actitud.
4. El verdadero papel del chico.
El baile lo dirige el hombre y la mujer le sigue. Sin embargo eso no puede convertir al hombre en un mandón y en un duro, ni a la mujer en una mandada. El lenguaje del baile es sutil, sensible, fino, elegante… En el baile no hay espacio para la vulgaridad, la ordinariez ni la brutalidad.
Este lenguaje se aprende. Los profesores lo enseñan.
Este lenguaje es muy simple: el hombre «habla» y la mujer «escucha». Cuando el hombre grita o la mujer es sorda, el baile no funciona. El hombre habla con el abrazo del baile y con los movimientos de su cuerpo y la mujer escucha sintiendo lo que el hombre le va indicando con el abrazo y con sus movimientos.
Mientras que el chico dirige, la mujer ha de estar atenta a lo que el hombre le va indicando. Esas indicaciones son sutiles, llevan una intensidad suficiente como para que la mujer se percate, sin necesidad de que se tenga que enterar el resto de la sala de baile. El chico debe desarrollar la sensibilidad. Si una chica tiene que seguir al chico porque él emplea la fuerza de los gritos (fuerza bruta vs sutileza), él está ganando puntos para entrar en la lista negra de esa chica.
Si eres chico, debes procurar que tus mensajes lleven finura y elegancia. Eso se aprende, como también las chicas han de aprender a interpretar tus indicaciones. Si ves que tienes que emplearte con la fuerza bruta para que las chicas te sigan, pide a tus profesores que te enseñen a dirigir, porque es más importante que la chica te entienda a que tengas que desenvolverte con la torpeza de la fuerza bruta. Debes tener siempre presente que la chica no es de goma. La chica tiene articulaciones, músculos y huesos y no la puedes forzar de cualquier manera para que haga lo que tú quieres. La puedes lesionar.
Si eres chica y ves que no consigues entender en el baile a los chicos, haz lo mismo, pide a tus profesores que te enseñen a interpretar los mensajes del chico.
Insisto en que las chicas requieren sensibilidad y un tacto adecuado y justo, el suficiente para que se sientan sujetas y seguras para poder bailar, pero no más. A las chicas no les gusta sentir cómo sus brazos están a punto de descuajaringarse de sus hombros, ni les gusta sentir cómo les clavas tus dedos en la espalda para que te obedezcan. El baile no es la guerra, es una actividad social para el disfrute de quienes lo practican.
Descontrolar los movimientos, manejar bruscamente los brazos de la chica, agarrarla de las muñecas impidiendo su libertad de movimientos o estrujar sus dedos con tus manos le pueden hacer mucho daño y son causas suficientes para que te ponga en su lista negra y no quiera volver bailar contigo. Tienes que utilizar la finura. Si sabes más que ella, tienes que bajar tu nivel y ponerte al de ella y nunca debes forzarla a realizar figuras y combinaciones de movimientos a los que ella no llega. Pon mucha atención a esto: si has aprendido alguna figura que ella no sabe, no la fuerces, puede resultar incluso que estés dirigiéndola mal en los giros o a destiempo y no sea capaz de seguirte. No va a estar cómoda contigo. Como principio fundamental debes ir progresivamente haciendo los pasos y figuras de menor a mayor dificultad y debes quedarte en donde veas que la chica no da más de sí misma.
Por último, si ves que las chicas te rehuyen y se van con otros chicos para ser rescatadas de tu presencia o reiteradamente te dicen que no quieren bailar contigo, apúntate a clases de baile! Recuerda esto: las chicas buscan chicos que bailan bien.
5. No te las des de profesor.
Tanto hombres como mujeres creemos que bailamos mejor que nuestra pareja de turno.
Esa es mi experiencia como profesor de baile durante casi veinte años. Recuerdo una ocasión en la que, finalizado el baile en pareja, se me acercó la chica para decirme que el chico no tenía ni idea de bailar. A continuación se acercó él y me comentó lo mismo de ella. Me duelen los oídos de escuchar los chicos no saben bailar y las chicas no saben bailar. Unos dicen lo mismo de los otros y eso me confirma que creemos que bailamos mejor que los demás.
Hay cosas que debemos tener en cuenta, seamos chicas o chicos: no somos profesores. Nunca enseñemos a otras personas en la pista (y menos si no nos lo piden), porque esas personas a las que pretendemos enseñar pueden sentirse ofendidas ya que, generalmente, todos pensamos que bailamos mejor que los demás y por esa razón no aceptamos que otros nos enseñen. Dejemos esa labor para los profesores.
En el caso de los chicos este problema se acentúa. El chico no soporta que la chica le esté corrigiendo mientras están bailando, a no ser que se lo haya pedido él. Por qué? Porque el ego del chico se ve ofendido ya que él se siente el director del baile y piensa que la chica se sitúa por encima de él. Aunque el rol de la chica sea el de seguir al chico, a ellas tampoco les gusta que las estén corrigiendo mientras bailan, pero no se quejan de esto tanto como ellos. Chicas y chicos, insisto, dejemos las tareas de enseñanza en manos de los profesionales. Vosotros disfrutad y divertíos con el baile.
Si después de todo crees que hay algo que enseñar a otra persona, adelante, pero utiliza otros métodos. Por ejemplo puedes proponérselo fuera de la pista de baile, como si fuera una práctica que quieres hacer y necesitas que te ayude. Harás que esa pareja, en vez de sentirse humillada por corregirla se sienta más importante al haberte ayudado. Así, mientras tú haces la práctica, tu pareja la aprende. Esta sería la manera de entrar en su lista blanca en vez de en la negra.
6. El chico que no sabe dirigir y la chica que no se deja llevar.
Un hombre que no sabe dirigir el baile pasa a la lista negra de la mujer y una mujer que no sabe seguir al hombre pasa a la lista negra de él. La pareja ideal en el baile está formada por un chico que sabe dirigir y una chica que entiende lo que se le indica. Cada cual posee su rol bien definido.
Que se dejen llevar!, es la queja más repetida por los hombres. Que sepan llevar!, protestan las mujeres en la misma proporción. Sin embargo, entre tanto descontento hay espacio para el entendimiento. He aquí la simbiosis: a la mujer que se deja llevar le gusta bailar con hombres que han aprendido a dirigir y al hombre que sabe dirigir le gusta bailar con mujeres que se dejan llevar. Para que la pareja de baile pueda disfrutar de cada paso, figura o secuencia, ambos deben esforzarse en desempeñar su papel adecuadamente.
Tienes que saber que en el baile hay unas reglas, reconocidas internacionalmente. Una de ellas es que el hombre debe bailar y dirigir a la mujer sin sobrepasar el nivel de ésta. Es el hombre el que debe adaptarse a la mujer. Si la mujer está por encima del nivel del hombre con el que baila, no pasa nada, la mujer seguirá al hombre y no tendrá ninguna dificultad. En este caso el hombre debe hacer bien lo que sabe, sea poco o mucho y no debe empeñarse en querer hacer mal las cosas que no domina.
Si te equivocas en algún movimiento, si pisas a tu pareja o si no te sale algún paso, no te preocupes, son lances propios del baile. Pide disculpas por el pisotón o por el error y sigue bailando. Sepas más o menos que tu pareja, sé siempre amable y respetuoso. No te rías de nadie. Todos hemos empezado a bailar alguna vez y no sabíamos nada. Si muestras amabilidad, respeto y gratitud, estarás en las listas blancas.
Rubén Wanderlust
Espíritu viajero!
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