Nuestro acuario

por | miércoles, 12 junio 2013 | Rubén Wanderlust | 0 Comentarios

Como ya sabéis muchos de vosotros, Sabri y yo nos hemos inmerso en la apasionante mundo de la acuariofilia, el mundo de los acuarios, la vida en el agua, los peces… Desde siempre hemos querido tener ese pequeño ecosistema que une tanta vida, mucha más de la que os podéis imaginar. Sólo el respeto, la ignorancia y el temor a que diese excesivo trabajo, nos evitó tener un acuario antes.

Pues bien, comenzamos a interesarnos por la acuariofilia en general: acuarios, tipos de acuarios, peces, elementos necesarios, mantenimiento, curiosidades, cosas a favor, cosas en contra… Visitamos muchos centros especializados e intentamos dar con las personas idóneas para recibir la información que nosotros necesitábamos, para bien o para mal, para decidirnos en tener un acuario o para desechar la idea. Por fin encontramos a esas personas, y, cuando nos damos cuenta, son dos veterinarios, que encontrándolos y hablando con ellos en lugares distintos, se unieron para dar nombre a la tienda Axolotl (100% recomendada para todo lo que tenga que ver con animales más pequeños que un gato!). Las dos personas que más ilusión nos transmitieron… van y se juntan! Esperamos a que iniciasen el proyecto juntos y decidimos emprender nuestra aventura!

Una vez estudiadas todas las opciones y después de hablar largo y tendido con expertos en la materia, nos decidimos por tener un acuario de 240 litros para albergar plantas naturales y peces de agua dulce, que, sin duda, son los más vistosos.

Con todo el material instalado, nos ponemos manos a la obra!

Acuario de 240 litros con mesa incorporada. Un acuario con 240 litros de agua pesa muchísimo y necesita una mesa preparada para ello. Aprovechamos la ocasión y compramos el acuario con una mesa incorporada, teniendo como ventaja que todos los elementos necesarios para el mantenimiento de un acuario no se ven, ya que se encuentran dentro de dicha mesa. El acuario mide 120 centímetros de ancho. Del un acuario completo forman parte el propio acuario, un filtro exterior encargado de la depuración y movimiento del agua, un calentador para mantener el agua a la temperatura óptima para los peces, un termómetro que informe de dicha temperatura y dos tubos fluorescentes que se encargan de diferenciar las horas de luz y la noche, importantes para la vida en el acuario y necesarias para las plantas naturales (fotosíntesis).

 

Filtro exterior. Filtro encargado del ciclado y de la depuración del agua. También es el encargado de crear la corriente continua de agua, necesaria para la creación de oxígeno y de un ecosistema natural. El filtro se encuentra dentro de la mesa por lo que no se ve, es bastante potente y muy silencioso.

 

Sustrato. Tierra natural para dar alimento a las plantas que requieren sustrato nutritivo.

 

Arena. Arena blanca y fina, similar a la de una playa de arena blanca. Se trata del suelo del acuario, un fondo para los peces.

 

Papel decorativo. Parte trasera del acuario, donde colocamos un papel decorativo lo más parecido a la futura decoración.

 

Reloj temporizador. Se trata del aparato que decidirá las horas de luz que tendrá el acuario, variando entre 8 y 12 horas, en función de la época del año.

 

Colocación del sustrato en el acuario. Creamos un cordón en la parte trasera y en los laterales del acuario, lugares donde íbamos a poner las plantas naturales que necesitan sustrato.

 

Cubrimos el fondo del acuario con la arena. 20 kilos de arena blanca fina para proporcionar una buena capa de fondo para el acuario. Previamente, aclaramos los 20 kilos de arena, repartidos en 4 paquetes de 5 kilos. Cada paquete, 5 aclarados de varios minutos… Más de una hora removiendo…

 

Cubrimos de agua la arena, con una cuarta parte de la capacidad de agua total del acuario, con el fin de realizar el colocado de las plantas de la manera más cómoda posible, que sería el siguiente paso.

 

Una vez colocadas las plantas, teniendo en cuenta las que necesitan sustrato y las que no, continuamos con el llenado del acuario, hasta completar el acuario con agua.

Después de las plantas, colocamos varias rocas volcánicas, unas formando un pequeño laberinto para los peces, y otras formando una cueva. También introducimos un tronco (de resina), muy útil para dar cobijo a los peces más introvertidos.

Finalmente, y ya llenado el acuario, echamos los dos productos necesarios para el comienzo del ciclado: las bacterias que iniciarán la vida en el acuario y el producto anticloro, encargado de dejar el agua en un estado correcto. El ciclado dura 4 semanas, aproximadamente. Una vez ciclado el acuario y habiendo examinado que los distintos parámetros del agua (pH, nitritos, nitratos, fosfatos…) son correctos, ya se puede empezar a meter peces.

A continuación, el resultado final de nuestro acuario:

 

Esperamos que os haya gustado!

R&S Wanderlust
Espíritu viajero!

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rubén Wanderlust en Facebook!

Rubén Wanderlust en Twitter!

Más...
Share This