Puebla de Lillo – La Cervatina


Puebla de Lillo
Comenzamos a caminar cruzando la calle principal y el puente sobre el Río de Silván, aún en Puebla de Lillo. Al final del mismo, encontramos un cartel informativo sobre la ruta que recorre el Valle de Celorno y una fuente, ideal para rellenar cantimploras.

Puente sobre el Río de Silván

Cartel informativo

Fuente
Seguimos dando los primeros pasos por una pista forestal sin complicaciones. Pronto llegamos a la primera intersección, dónde encontramos el cartel informativo sobre la ruta que realizaremos, La Cervatina, el puente que debemos cruzar y un desvío más.

Intersección

Cartel informativo sobre La Cervatina

Puente

Desvío
Hace mucho frío y el aire nos transmite aún más sensación de incomodidad. Dafne aún es pequeña para sufrir de esta manera, así que solicita mochila rápidamente! Abrigamos bien a la más pequeña y continuamos la ruta por la pista forestal, ancha, muy fácil de transitar y sin pérdida. Todo este tramo nos permitirá ver la cara norte del cercano Pico Susarón, situado a nuestra izquierda.
Vamos ganando altura muy ligeramente, pero lo suficiente para mirar atrás y ver el Macizo del Mampodre con algo de nieve reciente. Las vistas son muy bonitas y somos testigos de los hayedos que nos rodean, brindándonos una extensa gama de colores otoñales. Para continuar con el rumbo correcto, seguimos un par de desvíos, ambos bien señalizados.

Desvío hacia la derecha

Desvío
Cercanos a Peña de la Solana, comenzamos a caminar muy cerca de las hayas que pueblan la zona. Seguimos un desvío y nos adentramos en el Hayedo La Cervatina, un bosque espectacular!

El otoño se muestra espectacular

Desvío hacia el Hayedo La Cervatina

Hayedo La Cervatina
En pocos minutos, llegamos a la parte más alta de la ruta, a casi 1.450 metros de altitud. En este punto, las vistas son espectaculares, divisando las montañas del entorno de San Isidro! La mayor parte del hayedo será sombrío y eso hace que los pobres pies de Dafne se duerman… Entre algún baja y sube de la mochila, logramos que ande un poco, los pies vuelvan a su estado natural y la más pequeña se duerme. Afortunadamente, el viento no se aprecia tanto dentro del hayedo.

Rubén, Dafne y Sabri disfrutando de las vistas
Seguimos recorriendo el hayedo, pasando por el Arroyo de Ruidosos y disfrutando del colorido que nos ofrece. Debemos seguir un desvío más.

Los bosques se ven preciosos

Arroyo de Ruidosos

Sabri disfrutando de un otoño impresionante

Desvío
Tras completar el tramo de hayedo, llegamos a zona más abierta, donde encontramos el desvío hacia el cercano Monte La Cervatina. Dafne está dormida, así que aprovechamos para quitarnos la mochila y arroparla para evitar el viento.

Desvío hacia el Monte La Cervatina
Nos dirigimos hacia el Monte La Cervatina, al que llegamos de una carrera. Un cartel informativo y la entrada al mismo nos invitan a conocerlo aún más. El Monte La Cervatina es un precioso bosque en el que conviven tejos centenarios, hayas y demás especies de árboles. Un lugar que bien merece una visita!

Cartel informativo sobre el Monte La Cervatina

Entrada al Monte La Cervatina

Monte La Cervatina
Tras disfrutar del Monte La Cervatina, desandamos el pequeño tramo hasta llegar al desvío anterior, donde continuaremos la ruta, ahora en ligero descenso, rumbo al valle.
La pista forestal sigue siendo muy ancha y cómoda, así que vamos haciendo kilómetros rápidamente. En la parte más baja del valle, cruzamos un puente y seguimos un desvío hacia la derecha.

Puente

Desvío hacia la derecha
Toca avanzar por el valle. Empieza a lucir algo más el sol y Dafne no duda en volver a disfrutar de la ruta, ya despierta. Los pies están mucho mejor y comienza a caminar. Encontramos la Fuente Fombea!

Fuente Fombea
Seguimos a lo largo de la pista forestal, llegando al desvío que se dirige hacia la Ermita de Pegarúas, a la que nos dirigimos. Un breve tramo por una senda muy sencilla nos permite conocer dicha ermita y obtener unas vistas preciosas del valle y del Pico Susarón, al frente.

Desvío hacia la Ermita de Pegarúas

Ermita de Pegarúas

Panorámica del valle y el Pico Susarón al fondo
Volvemos a la senda oficial de La Cervatina y continuamos la ruta dejando a mano derecha el Área Recreativa Ermita de Pegarúas, ideal para hacer un descanso o disfrutar en familia. La zona es preciosa!

Área Recreativa Ermita de Pegarúas
Cruzamos un puente y seguimos un par de desvíos más para continuar hacia Puebla de Lillo. Después del segundo desvío, encontramos una fuente. Dafne sigue caminando!

Puente

Desvío hacia Puebla de Lillo

Sabri y Dafne en el desvío hacia la derecha

Fuente
La última parte de la ruta avanza a lo largo del valle que forma el Río de Silván, siempre rodeando el Pico del Águila por el norte, dejándolo a nuestra derecha. La senda se encuentra más empedrada, pero muy sencilla de seguir.

Senda empedrada de regreso hacia Puebla de Lillo
Después de un par de kilómetros, damos vista a Puebla de Lillo, donde seguimos un desvío más, rumbo al pueblo. Dafne ya está algo cansada, pero queda poco!

Último desvío hacia Puebla de Lillo
Finalmente, llegamos a Puebla de Lillo, donde encontramos el cartel informativo de la ruta que hemos completado.

Cartel informativo sobre La Cervatina
Recorremos las calles del pueblo hasta llegar a la altura del primer puente que cruzamos, donde sólo nos resta cruzar la carretera y llegar a la plaza donde habíamos aparcado el coche y donde damos por finalizada la ruta.
Fecha: Domingo, 3 de Noviembre de 2019
Duración: 5 h
Dificultad: Fácil
Distancia: 15,17 km
Recorrido: Circular
Desnivel acumulado: 366 m
Altura mínima: 1.139 m
Altura máxima: 1.437 m
Participantes: Rubén, Sabri y Dafne
Método de Información de Excursiones (MIDE):

Espíritu viajero!
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