San Isidro – Camino de Wamba – Peña del Viento (2.000 m)

Seguimos aprovechando los buenos días de sol y nieve que se nos presentan y seguimos animando a nuestr@s amig@s a acompañarnos en nuestras aventuras! Iba a ser el turno de Andrea, nuestra amiga. Fuerte, valiente y luchadora, dispuesta a probar las raquetas de nieve, que nunca antes se había calzado unas. Nos transmite la confianza necesaria para elegir una clásica de la montaña invernal, Peña del Viento (2.000 m), ubicada en el entorno de San Isidro y a la que accederemos por el más que conocido y transitado Camino de Wamba. Una ruta que promete y que también compartiremos con Miguel y Vanessa!

Descripción

Iniciamos la ruta cruzando la carretera y contemplando un cartel informativo sobre el Camino de Wamba, uno de los pasos históricos de la Cordillera Cantábrica más importantes. El trazado no ofrece ninguna duda, siempre debemos avanzar hacia el norte.

Cartel informativo sobre el Camino de Wamba

La ruta ya ofrece una buena cantidad de nieve desde el inicio, pero se encuentra muy dura. Es pronto y aún el sol no ha hecho de las suyas… Esta situación permite que demos los primeros pasos con las raquetas de nieve en la mochila, ganando una cierta comodidad.

A los primeros metros de ruta, un desvío nos permite acercarnos a las pequeñas edificaciones de Los Fornos. La ruta continuará hacia la izquierda, por la pista principal.

Desvío hacia la izquierda a la altura de Los Fornos

A lo largo de todo el Camino de Wamba, encontraremos varios postes indicativos de ruta. Apenas vemos la parte más alta, pues existe un gran espesor de nieve en muchos tramos. La ruta continua sin dificultades técnicas y sin grandes desniveles.

Camino de Wamba

El valle que vamos recorriendo es el que forma el Arroyo de los Fornos. Un valle precioso y por el que vamos obteniendo buenas vistas, sobre todo si miramos hacia atrás! Muchas de las montañas importantes de San Isidro y una panorámica excepcional! También podemos distinguir el entorno del Lago Ausente, con su cima homónima y Peña Requejines, y el majestuoso Pico Torres.

Dejamos un pequeño refugio a mano izquierda y seguimos con el mismo rumbo, hacia el norte. Ya podemos ver a lo lejos el Pico Cascayón (otro clásico) y Peña del Viento, nuestro objetivo del día. A nuestra derecha, La Rapaona y La Rapaína! Tremendas vistas!

Refugio

Continuamos la ruta, que nos va regalando preciosas formas en la nieve, pintadas por los arroyos que se van juntando. En una hora estamos en la zona de meandros. Los arroyos dejan sinuosas formas redondeadas, formando un paisaje espectacular!

Zona de meandros con Peña del Viento al fondo

En la zona de los meandros debemos prestar atención, pues será la zona por la que haremos la ruta circular. La ida la realizaremos bordeando una pequeña cota por el norte, mientras que el regreso nos devolverá aquí rodeando la misma cota por el sur. Ambas vías podrían ser alternativas perfectas para ascender hacia Peña del Viento.

Dejamos el Camino de Wamba para desviarnos hacia Peña del Viento

Tras desviarnos, la ascensión la realizaremos hacia el Arroyo de la Aliviada. La mayor dificultad será cruzarlo, aunque nada importante. Aunque el relieve sea importante, antes o después, podremos cruzarlo sin problema.

Andrea, Sabri y Vanessa después de cruzar el oculto Arroyo de la Aliviada

La ascensión continua remontando la ladera y dejando Peña del Viento, cada vez más cercana, a nuestra izquierda (norte). Desde aquí parece inaccesible, pero no preocuparse, la vía de ascenso rodea las grandes paredes de roca que vemos. Las suaves pendientes que hemos tenido hasta ahora cambiarían, dejándonos rampas algo más exigentes. El sol sigue golpeando con fuerza y la nieve empieza a transformar. Nos calzamos las raquetas de nieve!

Sabri ascendiendo y remontando rampas algo más exigentes

Según vamos ganando altura y acercándonos al Collado de las Agujas, la idea será ir rodeando los grandes farallones rocosos. Los últimos metros de ascenso los realizaremos por el sureste. Existe numerosas vías de ascenso, por lo que elegimos bien el itinerario a seguir.

Ya estamos en las últimas rampas y la nieve desaparece, dejando ver el camino hitado de verano, ya muy próximos a la arista cimera. Dejamos las raquetas para acometer los últimos metros! Tanteamos cómo se encuentra la nieve y las diferentes inclinaciones para ir avanzando con paso firme y seguro.

En pocos minutos estamos en la arista cimera! Qué espectáculo de vistas! Aparece Asturias hacia el norte y un sinfín de montañas de la Cordillera Cantábrica. Tan sólo resta recorrer la afilada arista hacia la cumbre! Especial atención aquí, ya que la arista puede dar sensaciones aéreas y, en función del estado de la nieve, podría resultar peligrosa. Atención a la formación de cornisas o nieve muy dura o helada… Podría complicar mucho el acceso a la cumbre! Afortunadamente, mucha huella y paso firme para ir avanzando sobre la bonita arista cimera.

Arista cimera

En pocos minutos, tras recorrer la arista, llegamos a la cumbre de Peña del Viento (2.000 m). Un balcón excepcional hacia todas las montañas que nos rodean. Vemos la cercana Peña Los Fornos, Pico Cascayón, Pico Valmartín, Pico Torres, las montañas de San Isidro, con el Pico Toneo, Pico Agujas, Pico Cuerna y Pico Redondo, las citadas Peña Requejines y Peña Ausente, las agrestes caras norte de Peña La Rapaína y Peña La Rapaona, las montañas de Vegarada, el Macizo de Ubiña, Peña Ten, Pico Tiatordos, los Picos de Europa, con Torre Santa asomando hermosa, etc. Un momento cumbre espectacular y a la que iban llegando numerosos esquiadores y raqueteros. Una cima muy multitudinaria!

Peña del Viento (2.000 m)

Panorámica hacia el este

Miguel, Andrea y Vanessa en la cumbre de Peña del Viento

Panorámica aérea hacia el sur

Disfrutamos debidamente de la cima conseguida y continuamos nuestra ruta! El regreso lo realizaremos desandando los primeros metros por la misma vía de ascenso, hasta tomar contacto con la nieve.

Ya sobre nieve, volvemos a calzarnos las raquetas y no dudamos en esquiar ladera abajo. El estado de la nieve y la inclinación hace que sea complicado andar. Hay que optar por bajar por la huella de otros montañeros, esquiar con las raquetas o hacer culoesquí. Apenas hay peligro, puesto que la inclinación va suavizando y nos encontramos sobre nieve primavera, pudiéndonos detener con facilidad.

Momento esquiada y culoesquí! Sin duda, las bajadas son lo nuestro! Como siempre, Miguel es el primero en bajar, seguido de Andrea, quien está teniendo sus primeros contactos con la nieve! A continuación, carrera entre Sabri y Vanessa! Ganó Sabri! Momentazo!

Después de descender la parte de mayor inclinación, nos encontramos en las cercanías del Collado de las Agujas, a donde llegaremos para realizar la ruta circular y no bajar por el mismo lugar.

Collado de las Agujas

El descenso, muy cómodo y sin dificultades, lo realizaremos a lo largo del Valle de los Pozos. Un valle que nos permitirá perder altura rápidamente y sin problemas. Todo blanco y una delicia para raquetear! El valle no tiene pérdida, siempre iremos por la parte más baja, por donde supuestamente correrá el agua en primavera!

Sabri descendiendo a lo largo del Valle de los Pozos

Completado el Valle de los Pozos, llegamos a la altura del Valle que forma el Arroyo de la Aliviada, donde tendremos dos opciones para continuar. Una opción sería continuar con el mismo rumbo, sin tomar el citado valle, hasta dar con la vía de ascenso. La otra opción recorrerá el Valle del Arroyo de la Aliviada, pudiendo llegar incluso a las inmediaciones del Puente de Wamba, donde dejamos el coche. Parace que hay mucha nieve, por lo que continuamos por el valle, a ver hasta dónde nos permite llegar.

Valle del Arroyo de la Aliviada

Completados los primeros 300 metros, importante elección! El Arroyo de la Aliviada se deja ver y se encuentra en un valle mucho más encajonado. La opción de continuar por aquí complicaría bastante la ruta. Cada vez corre más agua y ladear con raquetas de nieve no es buena idea. Tampoco es buena idea ir pisando nieve muy cerca del agua… Por tanto, abandonamos el valle en el último punto en el que lo vamos a poder abandonar de manera cómoda. Giramos a la derecha para conectar con el Camino de Wamba, a la altura de los meandros.

Esta conexión no tiene ninguna dificultad. Vemos a la derecha una pequeña dolina, lugar donde aprovechamos para comer, en una zona despejada de nieve. Momento para descansar y comer y beber algo!

Dolina

Tras reanudar la marcha, en pocos minutos llegamos al desvío de la ida, cerrando así el tramo circular de la ruta. Estamos en la bonita zona de los meandros, donde abandonamos el Camino de Wamba para iniciar la ascensión a Peña del Viento.

De nuevo en el Camino de Wamba, tan sólo quedaría desandar los 3 kilómetros de pista que restan para llegar al coche, dejando el pequeño refugio a la derecha y las edificaciones de Los Fornos a la izquierda.

En menos de una hora de suave y sencillo paseo, llegamos al final del Camino de Wamba, a la altura de la carretera, donde damos por concluida la ruta.

Conclusión

Una de las rutas invernales más típicas del entorno de San Isidro, para completar en raquetas de nieve o esquí de travesía. Sin embargo, las últimas rampas de Peña del Viento (2.000 m) son lo suficientemente exigentes para no aventurarse si no existe un mínimo de experiencia en este tipo de rutas. El estado de la nieve podría jugar un papel fundamental para descartar la ascensión sin crampones y piolet. Precaución también en los últimos metros y en la arista, pudiendo haber cornisa, nieve dura o hielo. Por lo demás, una cima espectacular, muy bonita y con unas vistas de 360 grados espectaculares! El acceso por el Camino de Wamba complementa una ruta muy recomendable!

Datos técnicos

Actividad: Raquetas de Nieve
Fecha: Domingo, 24 de Febrero de 2019
Duración: 5 h 42 min
Dificultad: Moderada
Distancia: 9,82 km
Recorrido: Circular
Desnivel acumulado: 587 m
Altura mínima: 1.443 m
Altura máxima: 1.995 m
Participantes: Rubén, Sabri, Andrea, Miguel y Vanessa
Método de Información de Excursiones (MIDE):

Mapa y Track en Wikiloc

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